domingo, agosto 10, 2014

Citalopram

Es aterrador estar solo,
encender la hierba junto a un vaso de licor
y observar fotografías:
imágenes de movimientos que se hicieron un absoluto
pero son efímeros en la vida real.
No hay presente en las imágenes,
el pasado las condiciona a ser siempre
ilusiones
o sueños breves, profundos y creíbles
desvanecidos en un despertar.
Tengo verde la memoria
de pensar llorando,
violeta la esperanza
de calmar el miedo,
negro el rostro
de no ver.
Y la presencia que hay
es la mía que llorando piensa
que si no hay esperanza
no hay miedo
nadie quiere ver que lo absoluto es esto:
el vació de ser una breve imagen
condicionada a un pasado
que fue ilusión breve
pero tan creíble...
y hoy desperté.
Tomo una pastilla y
soy una incendiable fotografía
que no quiere ser cenizas.
No quiero ser cenizas.
No quiero.