sábado, julio 13, 2013

Crisis

No pertenezco al mundo.

El tiempo y sus caprichos
me han arrojado,
me han impuesto un lugar,
un momento y un rostro
que no son míos.
No tengo arraigo
menos tengo familia.
No tengo nada.
Salvo un lejano, muy lejano hogar
muy, muy lejano
que he sabido renegar muy bien.
Que regrese me dice una voz,
que regrese pero antes me pide quedarme.

Y se olvida el tiempo
que yo no tengo presente
que no puedo quedarme donde nunca se ha estado
y que apenas un pasado y un futuro me enfrentan,
aunque el punto de encuentro sea un retorno
que no conozco.