martes, julio 02, 2013

Vida

De la vida.
Sí ¿díganme si la vida no es el gran tema?
Es la única verdad, el único hecho demostrable
que no tiene que ver con ciencia,
si no es por nociones físicas.
Pero hablo de existencia, devenir,
experiencia y forma.
Esa forma que tiene la vida de ser.
Ser o realidad,
que la realidad más terrible es asumir que
la vida es un estar solo.
Que creemos venir de otro y que regresamos a otro,
pero que vengamos o volvamos,
no hay otro que nos viva a nosotros mismos para sí mismo.
Y es porque estamos y somos en soledad.
Y no obstante, no solo se trata de una realidad
que propongo solitaria.
Porque la vida es también una valoración.
Ocurre que mientras algunos creen ser mejores
por valorar la vida con adjetivos simples
y con conceptos añejados,
los que la desvalorizamos somos los que más la enjuiciamos,
la analizamos,
la rechazamos,
nos burlamos de ella a modo de venganza,
y por eso, sabiéndonos solos,
la vivimos.
La vida pareciera ser
a veces
más de lo que creemos,
o bien,
creemos que la vida es
más de lo que somos.
¡La vida sola que salta y arriesga!
¡Ella oponiéndose y absorviéndose de viento! llenando vacíos,
preocupada o no de aventarse en cualquier instante
y porque esa es la segunda gran verdad para el hombre:
que la vida se avienta.