miércoles, septiembre 18, 2013

...

La realidad me supera.
No encuentro lugar adecuado en el cual hacer descansar esta alma
agotada de torturarse al ver la gente pasar y pasar
sin siquiera detenerse
como si un segundo de golpe, y solo eso, hubiera entre ellos y yo misma.
Gente que no me cree, gente que no me ve, gente que no me sabe, gente que no me oye.
Y creo que no vale la pena un mundo que no tiene fe, ni ojos, ni mente, ni oídos.
Y puedo creer en mí, hablarme a mí misma, verme, saberme, oírme
sin superar una vida
que contempla el hecho de ser nada en un todo.
¿Qué mierda vine a hacer a este lugar, si este lugar no es capaz de acogerme?
Yo no voy a hacerme parte de él.
Si a nadie le importo, a mí tampoco me importa.