viernes, septiembre 20, 2013

Excusa

Los días nublados
acontecen sin novedad
son siempre idénticos.
Recibo llamadas y mensajes de amigos
que quieren verme
pero no quieren verme realmente
sienten una necesidad superficial de tenerme cerca
para aprovecharse de lo efímera que soy
de mi falta de razón
o de mi exceso de inercia.
Solo unos pocos motivos tengo para estar aquí
contemplando los días que pasan
motivos inservibles, inútiles
que lo único que alimentan es el miedo
un miedo que estanca
que me frena
miedo que me vive
y no me deja morir.
Y esas llamadas
de hipotéticos amigos
sirven como excusa
son para esconder
este anhelo irrefrenable
de acabar con los días
que aún no vienen.